lunes, 23 de febrero de 2009

hoy me encontré

Clase de literatura. Tema central: poesía. Como anillo al dedo. La profesora pidió que alguien leyera su poema; yo levanté mi mano. La profesora asintió con la cabeza y me pidió amablemente que lo leyera.
-Bueno, este es un poema que... en fin, eh... ahora lo leo.

"Hoy me encontré a mí misma.

Pero no me encontré conmigo, quiero decir, la de siempre.
No me encontré con esa imagen de dureza insensible,
con esa máscara que todo lo puede y ya.
No.
Me encontré con mi yo débil, desprotejida,
con la máscara rota y sin el abrigo para el frío,
sin fuerza para siquiera levantarme del piso.
Me encontré con el dolor,
y con la explosión que significan las lágrimas que recibió el mundo de mí hoy.
Me encontré con mis labios temblando pero sin miedo a moverse y decir lo que sintieran decir. Me encontré con las piernas flojas y el alma desalmada.
Me encontré con la mente huracanada.
Me encontré con el final del mundo,
charlamos un rato.
Me explicó que no era nada apocalíptico,
al contrario,
que era el principio de un mundo nuevo.
Me encontré con mis dedos fríos y entumecidos.
Con las manos incapaces de sostener nada.
Con los pulmones incapaces de aspirar nada.
Con el corazón viejo y desgarrado.
Con una herida vieja pero profundamente abierta en el pecho.
Me encontré a punto de convulsionarme por los sacudones que daba mi cuerpo.
Me encontré con la impotencia, con la bronca.
Con la sorpresa.
Me encontré atónita y despierta.
Me encontré con un portón cerrado
pero con una puerta abierta.
Me encontré con el insomnio
y con la inapetencia.
Con las ganas de emborracharme
de hacerme un piercing
o un tatuaje
de meterme en la pileta de noche
hasta que la gripe viniera a visitarme.
Ya ves
me encontré con tantas cosas
que no supe cómo manejarlas
o interpretarlas,
fue por eso que
no me salieron palabras, amor,
no me salieron palabras."

Todos se habían quedado callados. Y cómo no, si todos conocían el significado. Terminé la frase que había empezado antes de leer mi poema:
-En fin, un poema triste, deprimente, y completamente patético.
Sonó el timbre. Me levanté de mi asiento. Me fui.

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